Volando en globo sobre la ciudad de Luxor en Egipto. Un día inolvidable.
Madrugada en Luxor
A las 4 de la mañana sonó el despertador, pero ya estaba despierto. Me llamó la atención lo silenciosa que estaba la noche, nada que ver el día donde el ruido del tráfico por momentos aturde. Una combi me pasó a buscar por la puerta del hotel y, luego de levantar a otros varios turistas, nos llevó primero hasta el Nilo donde cruzamos en una lancha hasta la margen oeste. Desde ahí subimos nuevamente a otra combi hasta un campo abierto que sería el punto de despegue. Cuando llegamos ya varios globos flotaban arriba de nuestro.
La espera para despegar
Esperamos unos ruidosos minutos mientras finalizan de inflar nuestro globo y nos pidieron que prestáramos atención a la breve charla de seguridad, en la cual nos indicaron principalmente la posición a tomar dentro de la canasta al momento del aterrizaje. Finalmente nos invitaron a subir y los diez pasajeros nos fuimos acomodando dentro la canasta. Si bien estábamos parados tenía lugar suficiente para poder en todas direcciones. El piloto accionó el mechero un par de veces más y el globo lentamente comenzó a elevarse mientras amanecía.
Globos en el cielo
Momentos después, pudimos ver como el sol empezaba a iluminar la explanada del templo funerario de Hatshepsut y más atrás el valle de los Reyes. Seguimos subiendo un largo rato a la deriva del viento que nos llevaba hacia el sur, siempre del lado occidental del Nilo. A lo lejos se podía ver los templos de Karnak y Luxor. El ruido de mechero aturdía pero al apagarse, solo se escuchaba el suave viento, lo que daba una sensación de extrema tranquilidad.
El templo funerario de Hatshepsut, mas atrás el Valle de los Reyes
A casi 1000 metros sobre tierra firme, las franjas verdes a ambos lados del río son muy evidentes y confirman su importancia para vida en la región desde hace milenios. Ya había amanecido y se comenzaba a sentir el calor de los rayos del sol.
El claro límite entre el desierto y la fertilidad del Nilo
Amanecer sobre el río Nilo
Aterrizando
La ciudad de Luxor desde el aire
Luego de 1 hora de vuelo comenzamos a descender. Otros globos descendían a lo lejos, aterrizando en donde la naturaleza los hubiese llevado, algunos incluso en las arenas del desierto. Pasamos por arriba varias edificaciones y el piloto nos llevó hasta un campo cultivado, donde un equipo de tierra nos esperaba para asegurar el globo. Ya a las 7 de la mañana nos regresarona nuestros hoteles. El calor del día ya comenzaba a sentirse…
Aterrizando sobre Luxor.